Los héroes

Nadie sabe cómo, pero apareció.
Un día nuestros caminos se cruzaron.
Él venia pateando las piedras de su propio destino, mientras yo esquivaba las mias. Él nunca imaginó encontrarme de frente.
Tal vez en alguna línea del gran libro estaba plasmado nuestro encuentro,tal vez nos salteamos un renglón, tal vez.
Jugamos a ser héroes, jugamos a ser grandes. Él siguió buscando su sendero y yo la puerta que me mostraría el otro lado de mi camino.
La batalla nos volvió a cruzar, él estaba herido de amor y yo sangraba con mi soledad. Algún viejo diccionario lo definia como un amigo. Y desde entonces muchos de ellos comenzaron a interponerse en mi sendero, algunos pensaron que iba a ser un extenso recorrido y pronto doblaron en la siguiente esquina, otros más valientes se enfrentaron a las grandes tormentas, y después, pesados como estábamos, continuamos.
Así pasaron uno a uno y quedamos menos en este apedreado camino, hoy con menos pelo y más pansa, pero con la misma voluntad.
Seguimos tropezando, pero siempre alguien escucha nuestra caída. Hoy sonrío viendo a ese verdadero héroe llevar a su hijo en los brazos, o a ese otro preparando su casamiento y una lágrima se me pianta en los ojos.
Ahora en la cancha faltan algunos jugadores, pero nos esperan para el asadito.
Somos los mismos niños, con cara de grandes, somos Robin Hood, Batman, Mac Guiver, Rambo y usamos nuestras armas para nuevos problemas. Problemas que seguro se hacen más livianos gracias a la presencia de ellos. Mis amigos... los héroes.